miércoles, 26 de septiembre de 2007

Los Primeros Días Parte I (Impresiones de Jakarta)

Llegue a Indonesia!!! Luego de un viaje de más de 28 horas entre vuelo y escalas (aproximadamente Buenos Aires – Ciudad del Cabo 7 horas, Ciudad del Cabo – Johannesburgo 2 horas, Johannesburgo – Kuala Lumpur 9 horas, Kuala Lumpur – Jakarta 2 horas) arribe al aeropuerto internacional SOEKARNO HATTA en la ciudad de Jakarta, capital de Indonesia en la isla de Java. En comparación con los otros aeropuertos en los que pare, de estilos modernos, infraestructura de relativa ultima generación, y servicios varios, este se caracteriza más bien por un estilo rústico y de infraestructura simple, aunque no descuidada. Lo que impresiona al momento de llegar al mismo (y también en el caso del de Kuala Lumpur) es la espesa vegetación que se puede apreciar, verde de distintos tonos saturan el paisaje (a diferencia de los de Ciudad del Cabo y Johannesburgo mejor caracterizados por la sabana).
Pienso que para una mejor comprensión de mi experiencia en estos primeros días, influida bastante por el desconocimiento y sujeta a las improvisaciones (por parte mía y de los responsables del programa DARMASISWA), en vez de hacer un relato cronológico haré un racconto de impresiones y situaciones generales de los primeros dias, capaz si profundizando temporalmente un poco más cuando sea pertinente.
Primera impresión … el clima. Había averiguado, y así me habían comentado en la embajada, que el clima en Indonesia no se caracteriza por tener temporadas frías, como invierno, incluso templadas, como otoño y a lo sumo primavera, sino más bien por un calido (mayor a 30C) húmedo constante tan solo diferenciándose en períodos de mucha humedad y precipitaciones (de diciembre a febrero) y otros de no tanta humedad (de marzo a noviembre), pero igualmente importante. No obstante, como a veces se dice que la realidad siempre supera a la ficción, sentí el duro golpe del clima apenas bajado del avión. Aquí el sol se siente realmente implacable, no al punto de calcinación pero si de una lenta cocción. Ya desde la 11:00, incluso desde la 10:00, hasta las 16:00 o 17:00, estar a la intemperie es insufrible. Por otro lado, fuera de ese horario de entre seis a ocho horas el clima es un poco más amigable, un calor no tan agobiante y sin tanta humedad, con alguna brisa cada tanto, que permitiendo un respiro. De hecho, lo que uno podría llegar a pensar que llegando la noche la actividad pública comenzaría a aplacarse luego de batallar durante el día en el horno urbano deseando llegar al refugio templado del hogar, ocurre lo contrario, la misma se mantiene e incluso se dinamiza (hablare sobre esto más adelante).
Segunda impresión … Jakarta misma. Es una ciudad grande, y creo que ese adjetivo le queda chico. No haré un relato histórico preciso, un retrato urbanístico detallado, o una referencia ajustada de su rol político y económico en el país, pero para que se den una idea haré una rápida descripción. Regularmente conviven en la misma sean población en transito o habitantes unas 12 millones de personas. Como dije, es una ciudad grande, de diseño irregular, y en general bastante chata con casas de planta baja a veces con un primer piso, y complejos de oficinas y comerciales sean mercados o galerías de compra de no más de 3 pisos, solo encontrándose en el área central de la misma complejos de edificios de gran altura de más de 20 o 30 pisos (sedes de bancos, edificios de oficinas, compañías y empresas multinacionales, y shoppings). Probablemente una de las razones de esto sea que Indonesia se encuentra en un área morfoestructuralmente inestable, en la conjunción de placas tectónicas, por lo que es bastante proclive a movimientos sísmicos de variada intensidad (perdón por el tecnicismo académico ^.-). Otra razón pueden ser las grandes desigualdades sociales conviviendo en un mismo lugar. Toda la frontera de la ciudad, incluso en zonas más cercanas al corazón urbano, se puede apreciar lo que se conoce (en inglés) como los SLUMS. No creo que puedan ser caracterizados como villas, sino más bien como zonas de marginación en las que se trata de vivir el día a día. Jakarta no es una ciudad en la que se pueda caminar despreocupadamente o por disfrute. No note una sensación de amenaza delictiva al caminar por sus calles, por lo que pude recorrer. Sus veredas son en general muy estrechas, si las hay, y en donde las hay son ocupadas por puestos u otros objetos, por lo que tuve, como el resto de la gente, caminar por el borde de la calles y avenidas, estando atento al transito, que como dije al ser alocado, puede venir de donde sea. El clima no ayuda mucho que digamos. Y lo que es más, no hay zonas en las que se pueda deambular para apreciar fachadas antiguas de edificios, calles arboladas, ubicaciones históricas, entre otras cosas. La parte antigua de la ciudad o KOTA, la vieja Batavia holandesa esta muy descuidada.

NOTA: esto es una impresión inicial del poco tiempo que estuve en la ciudad. Pienso dejar para los últimos momentos de mi estadía, visitar Jakarta más tranquilamente por lo que esta impresión puede cambiar.

Y aparte de su población, tamaño y diseño, pero en correspondencia estrecha con los mismos, esta, como mencione anteriormente, el transito. Esa es la tercera impresión … pienso que es el transito total y absolutamente impresionante y alocado lo que mejor caracteriza a esta ciudad. Como Jakarta carece de un sistema de subterráneo posiblemente por no haber sido planificado y luego totalmente impracticable por su crecimiento caótico y / o probablemente el no poder construir bajo tierra por ser zona de terremotos, la red ferroviaria dentro de la ciudad quedo anacrónica e igualmente impracticable su mejoramiento por las razones anteriores, la principal vía de movimiento y traslado son las rutas y las calles. Es así que una infinitud de vehículos y otros engendros motorizados como también de bicicletas y carruajes tirados por caballos saturan la red vial en un caos de improvisación en el cual, por lo menos por lo que pude apreciar, logran coexistir.
Dentro de este inabarcable conjunto vehicular, tenemos al rey y a la reina, la línea de buses Transjakarta, y las motocicletas respectivamente. En el primer caso es lo más cercano a lo que podría considerarse como la ejecución de un sistema de subte pero con colectivos. Implementada por la empresa Transjakarta, consiste en una red privada de recorridos fijos para colectivos que atraviesan gran parte de la ciudad. Pagando unas 2000 rupias desde las 6:00 hasta las 10:00 hs. y unas 3500 durante el resto del día hasta 22:00 hs., se accede a la red y mientras uno se mantenga dentro de esta se pueden utilizar libremente todos los ramales, pudiendo cambiar de uno a otro en función del destino final. Los colectivos tienen un cuidado impecable, con notificación electrónica de las paradas en indonesio e inglés, y con aire acondicionado, transitan por carriles exclusivos, sin verse sujetos a los embotellamientos (eso si, detienen su recorrido en cruces importantes con semáforos), y parando en estaciones fijas con muy buena señalización indicando la estación anterior, actual, y próxima. Lo que me sorprendió, capaz un poco familiarizado con la picardía criolla, es que casi nadie atina (cada tanto una moto, pero muy raras veces) meterse por este carril. Puede irse más lento que paso de hombre en los carriles comunes y estar libre el carril de los colectivos de Transjakarta, pero nadie atina a colarse por estos, incluso sin la presencia de autoridades públicas que efectivicen esta exclusividad.
Ahora bien, mencionado al rey, tenemos a la reina … la moto. Da la impresión que es el principal medio de transporte, y aunque puede consistir en un bien de lujo o a lo sumo de prestigio social, la gran mayoría de las motos utilizadas son de marca genéricas y/o populares, como el scouter o motocicleta, lo que posiblemente indique que son utilizadas más bien por su practicabilidad que por otra razón. Y la llamo la reina debido a su presencia ... las calles son un mar de cascos de distintos colores, tonos y diseños, con el romper de los motores en cada esquina … como también por el coraje sus conductores, surfeando despreocupadamente por las calles ya saturadas de otro vehículos, generalmente con más de un acompañante, accediendo por lugares vedados como si nada, etc.

Preparativos y Agradecimientos

Todo acontecimiento tiene, si se lo puede definir así, un antes y un después. Nunca sucede porque si, sino que existen una serie de sucesos previos, y personas involucradas, que nos conducen a este, y tras los cuales lo experimentamos vivencialmente. Es así que aunque el hecho en cuestión, mi estadía en Indonesia, abarque desde septiembre del 2007 hasta agosto del 2008, la misma tuvo sus preparativos previos que aprovecho en esta sección para comentar. Posiblemente lo que siga no sea del mayor intereses, pero pienso que es lo suficientemente importante mencionarlo para que se tenga una mejor comprensión de lo que vendrá. Y también, si puede, que cumpla la función de guía para aquellos que tengan el interés en un futuro de embarcarse en un proyecto semejante.

Antes que nada, tengo que mencionar que no elegí esta beca porque si (como podría haber sucedido), sino que desde hace un tiempo me estoy dedicando al estudio de los pueblos y las culturas del oriente asiático. Aplicar a esta beca es un paso más en este camino. Permítanme un pequeño desliz de autor pero me gustaría realizar un agradecimiento extendido a todos aquellos que desde los primeros momentos me brindaron su ayuda y colaboración y aún lo siguen haciendo. Mi agradecimiento a los miembros y docentes del Instituto de Relaciones Internacionales (I.R.I.) de la Universidad Nacional de la Plata (U.N.L.P.), en especial a la Dra. Cecilia Onaha, al Mag. Jorge Di Masi, y al Lic. Braulio Cordi, como también a los de la Escuela de Estudios Orientales (E.E.O.) de la Universidad del Salvador (U.Sal), en especial a la Prof. Luisa Rossel, al Lic. Carlos Rua, a la Lic. Liliana García Daris, a la Lic. Alicia Costa, y a la Dra. Andrea De Vita. También me gustaría agradecer a mis profesoras de idioma japonés Cecilia Tanohue y Lisa Kida. Mención aparte merecen todos mis allegados, compañeros, y amigos que me acompañaron y acompañan, que me aguantaron y me aguantan. Muchas gracias a todos, particularmente a Adriana, Federico, Clara, Gimena, Justina, Ramiro, Ingrid, Laura, Graciela ...

Continuando, sabiendo lo que me interesa y apasiona, comencé a explorar las oportunidades disponibles para viajar y estudiar en los países que componen dicha región del planeta (entre otros Japón, China, Corea, India, Malasia, Indonesia). Para aquellos que están interesados, existen diversas opciones, desde becas publicas gubernamentales hasta intercambios privados institucionales, es cuestión de investigar. Eso si, aunque lo anterior suena bastante esperanzador, tampoco es un regalo; cada gobierno e instituto tiene sus condiciones y requisitos. Lo que sigue son una serie de opciones de búsqueda basado en mi propia experiencia, y solo brindadas por gobiernos u organismos internacionales, dejando para otro momento las brindadas por instituciones. Antes que nada, pueden dirigirse a las embajadas de los respectivos países en argentina y consultar. Luego navegando a través de red, pueden cruzar información y entrar a las páginas oficiales, si las tienen, de las embajadas de los respectivos países tanto en Argentina como en otros países, a las páginas del Ministerios de Asuntos Exteriores, Educación y Cultura, y/o Economía del respectivo país. Finalmente, pueden entrar a la página del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina y revisar la sección de becas. También pueden probar suerte en organismos internacionales gubernamentales, como la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) por medio de la (U.N.E.S.C.O.), la Organización de Estados Americanos (O.E.A.), la Organización Internacional de Migraciones (O.I.M.) entre otros. Estas son algunas de las posibilidades. Hecha esta primera investigación, lo que sigue es decidirse por alguna de las opciones. Aspectos que podrían ayudar a decidirse por alguna de ellas, es tener un conocimiento más especifico del país a visitar, como su clima, historia, cultura, religión, indicadores sociales y económicos, salud, situación política, etc. No se pretende que se conviertan en unos eruditos, pero si por lo menos tener una noción básica de la situación del país. Para esto, nada mejor que una enciclopedia seria, algunas páginas de renombre, diarios del país y/o regionales, como también consultar con especialistas. Ahora bien, habiéndome decido por una y sabiendo en lo que me involucraba, el resto era cuestión de reunir los requisitos y presentar la documentación. De nuevo permítanme otro pequeño desliz, y extender mi agradecimiento al personal de la Embajada de la República de Indonesia en Argentina, en especial a la Sr. Erna Herlina y al Sr. Rudy Henryadi.

Finalizada esta primera parte, a fines de marzo del 2007, luego vino la espera, ese tiempo de incertidumbre hasta la definición de la situación, esperando la respuesta afirmativa, ... o negativa. No den nada por sentado, los ponderables de la vida son inabarcables, y las personas involucradas en el proceso diversas. Por un lado, no se sabe lo que el futuro deparara a nuestra vidas como tampoco la apreciación de nuestro proyecto por los que eligen a los candidatos, y por otro uno no puede desembarazarse de la vida en la que esta y en las actividades y obligaciones en las que esta comprometido. Mi consejo ... traten de seguir sus vidas cotidianas como si nada, tan solo preparando y aceitando aquellos asuntos que merecen resolución inmediata de darse la beca. De nuevo, basado en mi experiencia, aconsejo si están estudiando, planteen su proyecto con antelación tanto a los directivos del establecimiento y consulten sobre el procedimiento a seguir en caso de ser agraciado y verse en situación de ausentarse, como a los docentes para no perder materias. Si están trabajando, hagan lo mismo. Por lo que a mi respecta, tuve una muy buena recepción y estimada predisposición de ayuda tanto en mi ámbito de estudio y trabajo (gracias a Monica, Daiana, Eleonora, Nelida, Maria, Miriam, Gisela, Raul, Dario, Juan, ...), que valoro profundamente.

Finalmente, pero no por ultimo menos importante, de hecho un componente esencial, fue el apoyo de aquellos a quienes la palabra amigo les queda chica. Son esos compañeros de la vida que incondicionalmente lo acompañan a uno, lo aconsejan en los momentos de duda, lo apoyan en las decisiones, y lo corrigen en los errores. Aquellas personas sin las que uno no seria lo que es. Mi más profundo agradecimiento a Patricia, Mariana, y Susana, Víctor y Julia, Carlos, y Andrea, Gustavo, Marcelo, y especialmente a mi familia, Miguel, Graciela, Ximena, Sol, y Tom.